domingo, 16 de octubre de 2022

NUEVO PANORAMA INTERNACIONAL


 

El coronel Camilli, profundizando el análisis superficial de los medios de comunicación sobre la guerra de Ucrania, sostiene que el hecho político es que Europa vivirá un invierno de guerra. Guerra, congelada, en los frentes del atrincheramiento ruso-ucraniano. Guerra política y diplomática tras la jugada de los referéndums para la anexión de los territorios ocupados o reconquistados (según sea quien lo mire). Guerra de nervios por el abastecimiento de armas y la dialéctica entre los "pistoleros" (de ambas partes) con el dedo en el gatillo atómico. La guerra económica por el tira y afloja de las sanciones por un lado y la tormenta energética alimentada por Rusia por el otro. Guerra por poderes, con Ucrania en primera línea militar y Europa abrumada por la inflación importada del otro lado del Atlántico en el contexto de la contención asimétrica de Estados Unidos y Reino Unido contra Moscú.


Cita, además, al general Dominique Delawarde, ex jefe de la inteligencia instrumental militar francesa, quien considera que este conflicto debe enmarcarse en el marco más general de la confrontación planetaria entre dos campos: a) el de la unipolaridad hegemónica EEUU/OTAN apoyada en el dólar y la fuerza militar que quisiera sustituir a la ONU para gobernar el mundo; y b) la de la multipolaridad de todos los Estados que se niegan a someterse a EEUU y reconocen solo el papel de la ONU en la coordinación de la marcha del mundo.


 Delawarde, da una visión de las causas y origen de esta guerra: “Rusia, que se opone al cerco de su territorio iniciado en 1990 por Estados Unidos y sus vasallos europeos, se prepara para este enfrentamiento final desde el bombardeo de Belgrado hace 23 años. Para ello, Putin restauró la economía de su país y sus fuerzas armadas. Ha tejido una verdadera red de amistad y cooperación con grandes países (China, India, Pakistán, Irán, Brasil, y otros...) estando fuertemente comprometida en organismos interestatales como los BRICS y la OCS, fundados como resultado de y en reacción, al bombardeo de Belgrado por parte de la OTAN, sin mandato de la ONU.” (1)


En el último número, Le Monde (2), agrega otro enfoque complementario: la invasión rusa puso fin a la globalización que conocíamos desde hace tres décadas; se suceden los artículos sobre la desglobalización, las relocalizaciones, el desmultilateralismo, el retorno del proteccionismo, etc., que sorprendieron a los asistentes al Foro Económico Mundial de Davos. Se habla ahora de deslocalizaciones, pero entre amigos: friendshoring, en oposición a offshoring, que designa las deslocalizaciones clásicas.


Según un informe de la Casa Blanca, en junio de 2021, sería un remedio a las convulsiones del comercio internacional: profundicemos la integración económica, pero hagámoslo con los países con los cuales sabemos que podemos contar. En este caso, el friendshoring adquiere la forma de un acuerdo de asociación política y de integración económica entre Bruselas y Kiev, cuyas negociaciones comenzaron a fines de los años 2000; este episodio desempeñó un papel crucial en el desarrollo del conflicto entre Rusia y Ucrania.


El Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea, entró en vigor el 1 de setiembre de 2017. En el texto se menciona la convergencia gradual en el ámbito de la política exterior y de seguridad, alentar la cooperación energética incluidas las cuestiones nucleares, etc. Entre una entidad de veintisiete Estados capitalistas avanzados y una nación considerada país en desarrollo, la balanza estaba trucada de antemano; se advierten las renuncias de Ucrania a su soberanía económica.


Hemos resumido los textos citados, para facilitar la comprensión del complejo panorama mundial, que tiende a las alianzas regionales como una forma de equilibrio y defensa de las autonomías nacionales. De allí la importancia para la Argentina de refundar el Mercosur y diseñar una política exterior inteligente, que permita utilizar con eficiencia los recursos naturales y humanos de que dispone nuestro bendito país, en procura del bien común de sus ciudadanos.

 

1)    Gabriel Camilli, La situación actual en Ucrania; La Prensa, 2-10-2022.

2)    Pierre Rimbert, Detrás de la guerra, los negocios; Le Monde diplomatique, octubre 2022, pp. 22-23.