jueves, 10 de marzo de 2022

P. JOSÉ CUESTA sdb

 

In memorian


11-3-2016

 

Al cumplirse seis años de su partida a la Casa del Señor, queremos recordar a nuestro amigo publicando, a modo de recuerdo y homenaje, breves comentarios sobre su vida y obra.

Podemos resumir las cualidades que lo definieron:

1) Defensa y difusión de la fe: se destacó por la intensa tarea de comunicar y enseñar el Magisterio.  Se hicieron célebres sus boletines con la transcripción del Ángelus semanal, y los principales documentos pontificios. Para ello, utilizaba sus conocimientos informáticos para diseñar en su computadora los boletines, que luego hacía imprimir y repartía profusamente.

2) Sacerdote: fiel a su ministerio, estuvo siempre disponible para recibir las confesiones, visitar a los enfermos, asesorar a quienes lo consultaban.

3) Participación en actividades temporales: su inquietud por estudiar lo llevó a lograr conocimientos de Enología, al punto de conducir la escuela respectiva en su provincia natal, Mendoza; a mantenerse informado sobre los acontecimientos nacionales y mundiales; a comprar películas y libros que luego comentaba.

El P. Cuesta poseía hábitos muy desarrollados de orden y concentración, lo que, sumado a una natural curiosidad, lo conducía a informarse sobre los más diversos campos. Era una persona abierta a la cultura, a la vez que deseoso de dominar sólidamente todo lo que hacía a su vocación salesiana y específicamente al ministerio sacerdotal.

Cuando lo conocimos, en la Parroquia María Auxiliadora de Córdoba, nos estimuló a crear la Cátedra Juan Pablo Magno, destinada a la formación laical y la difusión de la doctrina pontificia. Bajo su dirección, pudimos realizar muchas conferencias, cursos, encuentros de reflexión y jornadas, incluyendo un Diplomado en Ética social, aprobado por treinta cursantes, luego de cuatro meses de clases. 

Finalizamos nuestro recuerdo, transcribiendo unas estrofas de una poesía (*) que pareciera haber sido escrita para él, por su actitud en los meses previos a su fallecimiento:


Quiero morir repitiendo las mismas cosas

En el tono exacto en que las dije,

Con la certidumbre de que no habrá fracaso

Si la agonía es la misma lucha de siempre.

 

Quiero reconocer las voces cuando mis ojos ya no vean

Pero no quiero voces compasivas ni frases en diminutivo,

Quiero oír las voces de hombres y mujeres vivos,

No las de espectadores de la ceremonia de la muerte.

 

Quiero morir en mi Patria y quiero sufrir el tironeo

De no contribuir más a su destino.

Otros recorrerán idéntico camino,

Pero quiero saber que con mi muerte,

Algo se habrá perdido.

 

Don José, que su ejemplo nos sirva de guía.

 

(*) Como quiero morir; Francisco Bosch