martes, 21 de diciembre de 2021

FUTURABLE

 


PENSANDO EN UN FUTURO DESEABLE

 

Al finalizar el año, con algunas reminiscencias del 2001, pero con la certeza de un panorama mucho más complejo del que vivimos hace 20 años, resulta necesario que los argentinos honorables y patriotas, que se niegan a rendirse, se congreguen para participar activamente en la vida cívica, de manera coordinada, orgánica y pública, buscando la manera efectiva de influir en las decisiones, utilizando todos los medios lícitos disponibles, al margen de las preferencias teóricas de cada uno. Puesto que la política, como procuración del bien común de la sociedad, requiere conocer la realidad existente y partir de ella para intentar mejorarla.

El cambio positivo en el rumbo de la Argentina, no ocurrirá como consecuencia necesaria de elaborar un buen diagnóstico. Sería insensato confiar en que, precisamente en el momento más difícil de la historia nacional, se pueda producir espontáneamente dicho cambio.

Nos parece que la primera tarea a emprender por quienes realicen este llamado a somatén, debería ser definir una Estrategia y una Metodología para la acción, adecuadas para el logro de Objetivos cuantificables, y el Cronograma correspondiente, para evitar quedarse en actitudes voluntaristas y retóricas, sin metas concretas ni plazos. Además, para responder adecuadamente a los peligros y dificultades que caracterizan a la situación actual, los medios a utilizar tendrán que ser los necesarios para enfrentar al enemigo del interés nacional.

Si comenzamos, por ejemplo, rechazando el art. 38 de la Constitución Nacional, que establece como única vía para la representación ciudadana al partido político, nos esterilizamos de entrada y nos conformamos con seguir soñando con un futuro mejor.

Conviene recordar, al respecto, la dura advertencia de Pablo VI, en Octogesima adveniens: “La apelación a la utopía es, con frecuencia, un cómodo pretexto cuando se quiere rehuir las tareas concretas y refugiarse en un mundo imaginario; vivir en un futuro hipotético, significa deponer las responsabilidades inmediatas”. (p. 37)

Esta frase se reproduce textualmente en el Modelo Argentino (pg. 88), presentado en 1974, por un Presidente que fue el único en la historia en ser elegido en tres oportunidades para dicho cargo; nadie puede negar que algo entendía de política.

En los últimos 30 años, varios dirigentes intentaron armar una propuesta alternativa; con mayor o menor apoyo electoral, todas fueron desgastándose y no lograron permanecer:

Rico – Sobisch – De Narvaez – Breide Obeid – Lavagna - Gómez Centurión.

Vale la pena analizar las dificultades que tuvieron, para poder eludirlas. Aprovechemos la experiencia de quienes, antes que nosotros, intentaron lograr la restauración de nuestra Patria.