Según informa el diario Clarín (14-7-18), una pequeña
lagartija podría frenar las millonarias inversiones en Vaca Muerta. Esto se
debe al reciente descubrimiento: en la
zona del Bajo Añelo —un punto clave para los proyectos petroleros— vive una
especie única de saurio en peligro de extinción conocida como Liolaemus
cuyumhue, que tiene su hábitat natural en Vaca Muerta, donde se espera
que se completen inversiones petroleras por US$ 100.000 millones hasta el 2023.
La propia localidad de Añelo, conocida como la capital
de Vaca Muerta, espera inversiones por US$ 2.000 millones en infraestructura en
los próximos 20 años. En ese tiempo se construirán nuevos barrios, caminos y
redes que irradiarán una amplia zona del desierto, según informaron en el
municipio local.
Es un nuevo ejemplo de la influencia nociva del
ecologismo, ideología que deforma la disciplina científica que constituye la
ecología, cayendo en actitudes absurdas que afectan negativamente la vida de
las comunidades y dificulta el desarrollo de la economía nacional.
Conviene recordar las enseñanzas de la Doctrina Social
de la Iglesia*: si bien no se puede reducir utilitariamente la naturaleza
a mero objeto de manipulación y explotación, tampoco se debe absolutizarla y
colocarla, en dignidad, por encima de la persona humana. El Magisterio rechaza
el ecocentrismo y el biocentrismo, que se proponen eliminar la diferencia
ontológica y axiológica entre el hombre y los demás seres vivos. La naturaleza,
en efecto, no es una realidad sagrada o divina, vedada a la acción humana.
*Pontificio Consejo Justicia y Paz. "Compendio de
la Doctrina Social de la Iglesia"; p. 463 y 473.