viernes, 13 de junio de 2025

MALVINAS: ¿AVENTURA CASTRENSE?


En la fecha se publicó un artículo (*) con motivo del aniversario de la rendición argentina, que nos interesa analizar brevemente.

Pese a indentificarse el autor como analista internacional y profesor universitario, solo menciona como fundamento de sus conclusiones, el Informe Ratenbach, que los especialistas no consideran confiable para un análisis serio, pese a que abarca un total de diecisiete volúmenes. En efecto, la propia Comisión creada por el Poder Ejecutivo Nacional, por Decreto Nº 200/12, para revisar el material antes de darlo a publicidad, luego de treinta años de permanecer en secreto, afirma que parte de los documentos constituyen “apreciaciones a título personal”, y “revelan de parte de sus autores ignorancia o desconocimiento de elementos sustanciales de la controversia”.

 

A ello debe agregarse que el mismo presidente de la comisión, Teniente General Benjamín Rattenbach, efectúa esta aclaración, agregada a mano en el folio 291: “Firmo en disidencia, porque estando de acuerdo con el contenido de este informe, inclusive la definición de responsabilidades, no estoy de acuerdo con su orientación, su estructura, su extensión y el tiempo invertido para su presentación”.

 

El artículo que estamos comentando comienza afirmando: “El 14 de junio de 1982, la Argentina vivió uno de los días más sombríos de su historia reciente: la rendición del general Mario Benjamín Menéndez ante el general Jeremy Moore en la guerra de Malvinas.” Omite mencionar que Moore, comandante de las tropas inglesas en ese conflicto bélico, recordó en una entrevista el miedo que sintió el 14 de junio de 1982, de que la Argentina no firmara la rendición, y que, por eso, le permitió al Gobernador argentino, General Menéndez, tachar la palabra incondicional, antes de firmar. Manifestó que: “Era muy consciente de que los argentinos son un pueblo orgulloso y que el honor militar tiene mucha importancia para ellos, por lo que temía que ese término hiciera que se rehusaran a firmar el documento”.

 

La preocupación de Moore se fundaba en que el Alte. Woodward, jefe de la flota, le había dicho que, si no llegaba a Puerto Argentino para el día 14 de junio, lo iban a sacar de la isla; por eso, fue a conversar con Menéndez “como quien va a jugar al póker con una mano pobre de naipes” (La Prensa, 1-4-86).

 

Conociendo estos detalles, resulta difícil aceptar que algunos argentinos descalifiquen tajantemente el hecho en sí de haber aceptado la guerra.

En realidad, la documentación es abundante, comenzando con el Informe Franks, elaborado por disposición del Parlamento británico, al finalizar la guerra. Esa documentación permite reconstruir lo sucedido, y es una obligación moral hacerlo, con la mayor objetividad posible. Si así se lo hace, podemos verificar que, como en toda acción humana, hubo errores, pero no una incompetencia generalizada, y también, como expresó la Sra. de Giachino: “nos deja la certidumbre de que la guerra no fue buscada, de que la incomprensión, la soberbia, la tozudez del enemigo nos arrastraron a ella; de que la Argentina la necesitaba para redescubrirse en esta heroica gesta, continuación de la hazaña sanmartiniana…”.

 

La decisión de combatir no fue irracional, se adoptó pues la Argentina fue agredida, como lo reconoció la Cámara Federal que juzgó a los jefes militares. La Argentina negoció de buena fe, con paciencia, durante muchos años en el marco de las Naciones Unidas. Por eso, cuando se produjo el incidente de las Georgias, la Argentina se vio obligada a ejercer el derecho a la legítima defensa, previsto en la Carta de las Naciones Unidas (Art. 51) en caso de ataque armado.

 

En el fallo de la Cámara Federal, en noviembre de 1988, se afirma: La necesidad política de responder a las agresiones que afectan la subsistencia del Estado, pasa por el imperioso deber de asegurar la respuesta al avance del enemigo. La misma representante permanente de EEUU en las Naciones Unidas, Jane Kirkpatrick declaró ante la televisión: Yo no creo que, a la Argentina, dado el hecho de su permanente reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, se le pueda decir que por ocuparlas estaba cometiendo agresión. Tengamos en cuenta que recién el 30-3-82, ante el ataque inminente, el gobierno argentino fijó el 2 de abril como Día D; mientras que para los ingleses la guerra comenzó antes.

 

En efecto, el Alte. Woodward, cuenta en sus Memorias: “Mi guerra había durado exactamente cien días…desde que dije adiós…en el puerto de Gibraltar la noche del 26 de marzo”. Dada la situación planteada, la única forma de evitar la guerra hubiera sido el sometimiento completo ante Inglaterra. Por eso, el Dr. Alberto Caturelli, demuestra que en Malvinas la Argentina ha reunido y puede invocar todos los títulos legítimos de una guerra justa.

No es exacto que la guerra haya perjudicado los derechos argentinos a reclamar la soberanía sobre Malvinas. La mejor evidencia es que la Asamblea General de las Naciones Unidas, sancionó, desde el fin de la guerra, siete resoluciones favorables a la Argentina, siendo la primera de ellas, la Nº 37/9 de noviembre de 1982, aprobada con el voto de Estados Unidos, inclusive. En la misma se reitera que la situación colonial en las Malvinas es incompatible con los ideales de las NU. También el informe Kershaw, elaborado por iniciativa del Parlamento británico reconoce que el peso de la evidencia es más favorable al título argentino. Asimismo, el informe advierte que el conflicto continuará hasta que se logre un acuerdo negociado de la disputa con la República Argentina.

 

De manera que el debilitamiento de la posición argentina no es consecuencia de la guerra, sino de una actitud política y cultural de una parte considerable de la dirigencia argentina, que no ha vacilado, incluso, en efectuar propuestas de solución incompatibles con la Constitución Nacional. Recordemos que, en la reforma de 1994, la ley fundamental, en su Primera Disposición Transitoria, ratifica para la Argentina su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas, y que la recuperación de las mismas es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.

 

La verdadera rendición incondicional, como la calificó el profesor Baquero Lazcano, se concretó en dos tratados celebrados con Gran Bretaña: el de Madrid (febrero de 1990) y el de Nueva York (setiembre de 1995). Ninguno de ellos fue aprobado por el Congreso, mediante el ardid de denominarlos Declaraciones, pese a que contienen todos los elementos de un tratado, y en ellos se efectuaron concesiones inconcebibles.

 

Para concluir, recordamos una reflexión poética de la Sra. de Giachino, madre del primer caído en la recuperación de las islas: “La Guerra de las Malvinas tan discutida, tan amada, tan vapuleada, tan elevada, tan cruel, tan santa, tan triste, tan dulce, es el exponente histórico más acabado de cómo la justicia de la causa puede transformar a los hombres. Hacer de casi niños, verdaderos varones. De cobardes, valientes, y de valientes, héroes y de héroes, mártires. Cómo la justicia de la causa basta para asombrar al mundo, para mover flotas invencibles, para suscitar odios y venganzas, para descubrir traidores”.

 

*Iván Ambroggio. “Cicatrices de la rendición argentina en Malvinas”; La Voz del Interior, 13-6-2025, p. 10.

 

Bibliografía consultada:

Caturelli, Alberto. “Recuperación de las Malvinas Argentinas, noción de guerra justa”; Secretaría General del Ejército, 1982.

Díaz Araujo, Enrique. “Malvinas 1982, lo que no fue”; Ediciones El Testigo, 2001, p. 25.

Franks, Honorable Lord. “El servicio secreto británico y la guerra de las Malvinas”; Mar Dulce, 1985.

Giachino, María Delicia Rearte de. En prólogo a: Seineldín, Mohamed Alí. “Malvinas, un sentimiento”; Sudamericana, 1999, p. 9, 10.

martes, 27 de mayo de 2025

SEMINARIO

 

Centro de Estudios Cívicos

       Fabiela Meneghini


DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Análisis de los principales documentos

“Existe una demanda creciente de Doctrina Social de la Iglesia a la que debemos responder”.

León XIV, discurso el 17-5-2025

 

-Rerum Novarum                          León XIII              1891

-Quadragesimo anno Pío XI 1931                                     

-Mater et magistra                        Juan XXIII             1961

-Pacem in terris                            Juan XXIII             1963

-Populorum pregressio                 Pablo VI                1967   

-Octogésima adveniens                Pablo VI                1971              

-Laborem ejercicios                       Juan Pablo II        1981

-Solicitudo rei sociales                   Juan Pablo II       1987                       

-Centesimus annus                       Juan Pablo II        1991                            

-Christifideles laici                         Juan Pablo II        1988                              

-Evangelium vitae                         Juan Pablo II         1995                                

- Política                                        Congr. Doc. Fe      2002                                             

-Deus caritas est                            Benedicto XVI       2005                                

-Caritas in veritatis                         Benedicto XVI        2009                             

-Laudato si                                      Francisco              2015                                                

 

 Este seminario pretende facilitar el conocimiento de los principales documentos, en reuniones semanales, durante ocho (8) sábados, de 10 a 11,30 horas. Desde el 7 de junio al 26 de julio de 2025.


La actividad es gratuita, previa inscripción: cecivicos@gmail.com


Lugar: Pedro Frías 330 (Bv. San Juan 1250)


Coordinador: Mario Meneghini

 

 

 

domingo, 18 de mayo de 2025

¿HUBO REVOLUCIÓN EN MAYO DE 1810?

 

Según el diccionario, el término revolución expresa un cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional.

Explica el Dr. Ruiz Moreno lo ocurrido en el cabildo abierto. Ante la ausencia en España de la autoridad legítima, por hallarse detenido en Francia el Rey Fermando VII, el monarca impuesto por Napoleón era un mero usurpador. Se puso en práctica, entonces, la doctrina sobre el origen del poder vigente en la época: frente a la acefalía de la autoridad auténtica, la soberanía retrovertía en el pueblo, que había delegado por contrato tácito en el soberano.

 

En la Proclama a los habitantes de la capital del Río de la Plata, emanada de la Junta Provisional Gubernativa, se afirma:

Teneis ya establecida la Autoridad que remueve la incertidumbre de las opiniones, y calma todos los recelos. (…) Un deseo eficaz, un zelo activo, y una contracción viva y asidua a proveer por todos los medios posibles la conservación de nuestra Religión Santa, la observancia de las Leyes que nos rigen, la comun prosperidad, y el sosten de estas Posesiones en la más constante fidelidad y adhesion a nuestro muy amado Rey y Señor Don Fernando VII y sus legítimos sucesores en la corona de España.

 

Designado Presidente de la Junta, don Cornelio Saavedra, este, hincado de rodillas y poniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios, prestó juramento de desempeñar legalmente el cargo, conservar íntegra esta parte de América a nuestro soberano el Señor Don Fernando Séptimo y sus legítimos sucesores y guardar puntualmente las leyes del Reino.

 

El alzamiento antibonapartista en la España de 1808, produjo la reaparición del antiguo espíritu medieval feudalista y municipal que enfrentó al prometeico liberalismo que traían los ejércitos del Corso.

 

 

Perfecta comprensión del acontecimiento de la Patria Grande lo mostró don Juan Manuel de Rosas en meditado discurso ante el Cuerpo Diplomático el 25 de mayo de 1836. Allí lucen los párrafos que reproducimos: “Qué grande, señores, debe ser para todo argentino este día consagrado por la Nación para festejar el primer acto de soberanía… Y cuán glorioso es para los hijos de Buenos Aires haber sido los primeros en levantar la voz con un orden y dignidad sin ejemplo. No para sublevarnos contra las autoridades legítimamente constituidas. No para rebelarnos contra nuestro soberano, sino para conservarle la posesión de su autoridad, de que había sido despojado por un acto de perfidia. No para romper los vínculos que nos ligaban a los españoles sino para fortalecerlos más por el amor y la gratitud, poniéndonos en actitud de auxiliarlos. Estos, señores, fueron los grandes y plausibles objetos del memorable Cabildo celebrado en esta Ciudad el 22 de mayo de 1810, cuya acta debería grabarse en láminas de oro para honra eterna del gran pueblo porteño. Pero ¡ah! ¡Quién lo hubiera creído! Un acto que ejercido entre otros pueblos con menos dignidad y nobleza mereció los mayores elogios, fue interpretado entre nosotros malignamente como una rebelión disfrazada por los mismos que debieron haber agotado su admiración y gratitud para corresponderlo dignamente, etc…”

 

Refiriéndose a esta alocución escribió Don Julio Irazusta: “Ella concilia el hecho de la emancipación con el lealismo imperial y monárquico de nuestro primer gobierno autónomo y salva la dignidad nacional de la tacha de perfidia colectiva…”

 

El verdadero carácter de la Revolución de Mayo fue de honor en la fidelidad y jamás de perfidia culpable de la guerra con la Madre Patria. El enfrentamiento llegó luego del 24 de septiembre de 1810, cuando la masónica Asamblea de Cádiz desdeñó el federalismo natural de Reinos y Provincias, basado en la comunidad de sangre y Fe para instaurar un inmenso Estado centralizado según el modelo de la subversión francesa. Fue el momento en que José de San Martín se incorporó a la lucha de América.

 

Fidelidad ya exhibida con altivez en las reuniones de Montevideo y Buenos Aires de agosto de 1806 y febrero de 1807, cuando Liniers fuera proclamado Jefe Militar y luego Virrey. Se daba por entonces el primer fracaso de Gran Bretaña en su intento de destruir el Imperio Hispano Católico transformando sus atomizados restos en dependencias financieras londinenses. Honor a la Patria que mostró la “Muy Fiel y Reconquistadora Ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo” en el Cabildo Abierto del 21 de septiembre de 1808 donde expresó su voluntad de formar “una Junta como las de España”.

 

Para entender el alcance que le daban a los sucesos de mayo, los habitantes de Buenos Aires, bastaría con leer la Canción Patriótica publicada en La Gaceta el 28 de octubre de 1810:

 

No es la libertad

Que en Francia tuvieron

Crueles regicidas

Vasallos perversos

Allí la anarquía

Extendió su imperio

Lo que en nosotros

Natural derecho

El mismo derecho

Que tiene la España

De elegir gobierno

Si aquella se pierde

Por algún evento

No hemos de seguir

La suerte de aquellos.

 

Fuentes:

Mayo de 1810: actas del Cabildo de Buenos Aires/recopilado por Isidoro Ruiz Moreno. Buenos Aires, 2009.

Luis Alfredo Andregnette Capurro. El verdadero Mayo; Cabildo digital, 1 de junio de 2007

Enrique Díaz Araujo. “Mayo Revisado”, T. I, Santiago Apóstol, 2005.

 

miércoles, 14 de mayo de 2025

VIDEO SOBRE IDEOLOGÍAS

 

Ciclo de videos sobre las ideologías.

http://www.foroazulyblanco.blogspot.com/2025/05/video_13.html


Los 6 videos dedicados a las 6 ideologías, pueden verse en el blog www.foroazulyblanco.blogspot.com 

y en el canal de Youtube: Centro de Estudios Cívicos




viernes, 18 de abril de 2025

CONFERENCIA

 


El ciclo de conferencias mensuales, organizado por el Foro social “Carlos Sacheri”, comenzará el lunes 12 de mayo, a las 19 horas, con una exposición del Dr. Carlos Prósperi sobre “La cultura woke: censura disfrazada de justicia”.


El encuentro se realizará en el hotel Felipe II, San Jerónimo 279, siendo la entrada libre.

lunes, 31 de marzo de 2025

CONFERENCIA


El Foro Social “Carlos Sacheri”, continuando con su ciclo de conferencias mensuales, ha organizado una disertación sobre “Sacheri y el orden natural”, que estará a cargo del Dr. Mario Meneghini.


El acto se realizará el miércoles 9 de abril, a las 19 horas, en el hotel Felipe II, San Jerónimo 279.


Al finalizar la exposición se abrirá el diálogo entre los asistentes, sobre la manera de promover la aplicación de la doctrina analizada a la realidad argentina actual.