¿Quiénes son veteranos de
guerra?
Es el título de un artículo
del Gral. Balza, que se publica en la fecha (Infobae, 2-4-20). Pese a los
antecedentes negativos de dicho militar, consideramos conveniente reproducir
los datos que menciona, que ya había aportado en su libro “Malvinas: gesta e
incompetencia”; Atlántida, 2003.
Como, al cabo de 17 años, nunca se han
desmentido las cifras citadas, estaríamos frente a un fraude sumamente grave,
que merece ser esclarecido y corregido.
*****
“En
1982, al término de la guerra, los efectivos acreditados como veteranos eran
14.189, distribuidos de esta manera: Ejército, 10.189; Armada,
3.119; Fuerza Aérea, 1.000; Gendarmería, 40; y Prefectura, 29. Curiosamente, a fines de 1999, según el
Ministerio de Defensa, el número de veteranos había ascendido a 22.200
(Ejército, 10.306; Armada, 10.321; Fuerza Aérea, 1.478; Gendarmería, 53; y
Prefectura, 62). Es decir que el Ejército incrementó un 3%, la Fuerza Aérea un
48% y la Armada un 231%.
Es comprensible que entre 1982 y 1990 pueden haberse
hecho ajustes en la medida que se reunieron nuevos antecedentes.
Sin embargo, lo exagerado y
poco comprensible es que en 1982 la participación de oficiales y suboficiales
era del 26%, y de soldados del 74%, porcentaje totalmente ajustado a la
realidad. Pero en 1999 —siempre según el Ministerio de Defensa— el porcentaje
de soldados disminuyó al 52% y el de cuadros (oficiales y suboficiales) se
incrementó al 48%.
Como
veterano de guerra no puedo aceptar que combatieron 11.532 soldados y 10.661
oficiales y suboficiales. Lo niega la historia militar y el más mínimo sentido
común.
Esta flagrante anomalía e
injustificado incremento de cuadros fue informada de inmediato, a fines de
1999, al entonces ministro de Defensa, Jorge Domínguez; al presidente de la
Comisión de Defensa de la Cámara de Senadores, Jorge Villaverde, y al de la
Cámara de Diputados, Juan Manuel Casella.
Entre otros considerandos expresaba:
“Atendiendo a que los presuntos errores o irregularidades que pudieran estar
produciéndose en el carácter de Veterano de Guerra, con las consecuencias de
que este carácter legal lleva implícito beneficios laborales, económicos,
previsionales y sociales, se estaría ocasionando un serio perjuicio económico
al erario y moral al genuino ex combatiente (Veterano de Guerra), considero
indispensable la formulación de parámetros comunes para las Fuerzas
intervinientes, para adjudicar el carácter de veterano con justicia y equidad,
y reducir la cantidad de personas que injustificadamente detentan esa situación
(…)
Ello, con una considerable reducción de los costos que actualmente afronta
y deberá afrontar el Estado nacional, los gobiernos provinciales, municipales,
obras sociales y empleadores (…) Asimismo, considero que se deben adoptar
medidas que impone la legislación vigente tanto en el orden administrativo y
civil”.
Ninguno de los nombrados
acusó recibo. Un mes después entregué el mando del Ejército. En la actualidad
el número de “veteranos” podría superar los 23.000.”