La frase del título fue pronunciada por el P. Rafael Velasco sj (1) en un programa de televisión,
el día 12 del corriente, en Córdoba (2), en referencia a la Encíclica Humanae Vitae de Pablo VI (1968).
Dicho
documento se destinó a señalar las vías ilícitas para la regulación de los
nacimientos: “debemos una vez más declarar que hay que excluir absolutamente,
como vía lícita para la regulación de los nacimientos, la interrupción directa
del proceso generador ya iniciado…” (p. 14).
El cuestionamiento moral al uso de anticonceptivos ha sido motivo de
polémica en el seno de la Iglesia, que sin embargo nunca ha modificado la
enseñanza ratificada en la encíclica mencionada. Por ejemplo, en el Catecismo
de la Iglesia Católica -publicado en 1992- luego de mencionar los métodos de
regulación de nacimientos que “respetan el cuerpo de los esposos, fomentan el
afecto entre ellos y favorecen la educación de una libertad auténtica”, señala
que:
“Por el contrario, es
intrínsecamente mala toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su
realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga
como fin o como medio, hacer imposible la procreación” (p. 2370); citando expresamente a la Humanae vitae.
Otro documento –ya en 2004-, el Compendio de la Doctrina Social de la
Iglesia, mantiene la misma doctrina:
“Se ha de rechazar también el
recurso a los medios contraceptivos en sus diversas formas. Este rechazo deriva
de una concepción correcta e íntegra de la persona y de la sexualidad humana, y
tiene el valor de una instancia moral en defensa del verdadero desarrollo de
los pueblos” (p. 233). En este caso,
se cita también a la Humanae vitae.
Cuatro años después, otro documento, en este caso de la Congregación para
la Doctrina de la Fe, aprobado expresamente por Benedicto XVI, además de
ratificar la Humanae vitae, agrega:
“Junto a los medios anticonceptivos propiamente dichos, que impiden la
concepción después de un acto sexual, existen otros medios técnicos que actúan
después de la fecundación, antes o después de la implantación en el útero del
embrión ya constituido. Estas técnicas son interceptivas cuando interceptan el
embrión antes de su anidación en el útero materno, y contragestativas cuando
provocan la eliminación del embrión apenas implantado” (3).
Agregamos como anexo un artículo que destaca la relación entre la doctrina
sobre la vida y la Doctrina Social de la Iglesia.
(1) Provincial de la Compañía de Jesús.
(2) Canal C, programa Palabra de Honor.
(3) Congregación para la Doctrina de la Fe. “Instrucción Dignitas Personae. Sobre algunas cuestiones
de bioética”; 2008, p. 23 (Ref.43: Los métodos interceptivos más conocidos son
el espiral o DIU –dispositivo intrauterino- y la llamada píldora del día siguiente).
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Anexo: