lunes, 31 de marzo de 2025

CONFERENCIA


El Foro Social “Carlos Sacheri”, continuando con su ciclo de conferencias mensuales, ha organizado una disertación sobre “Sacheri y el orden natural”, que estará a cargo del Dr. Mario Meneghini.


El acto se realizará el miércoles 9 de abril, a las 19 horas, en el hotel Felipe II, San Jerónimo 279.


Al finalizar la exposición se abrirá el diálogo entre los asistentes, sobre la manera de promover la aplicación de la doctrina analizada a la realidad argentina actual.

 

 

 

 

 

viernes, 28 de marzo de 2025

MALVINAS: ¿GUERRA ABSURDA O JUSTA?

 

Ante un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, conviene rechazar las acusaciones de insensatez o de haber provocado el conflicto, los militares, al sólo efecto de permanecer en el poder.

Por ejemplo, el General Martín Balza, quien, pese a haber combatido en la guerra de Malvinas, y haber ocupado durante una década la Jefatura del Estado Mayor del Ejército Argentino, sostiene que el enfrentamiento fue una decisión equivocada, basada en “análisis y asesoramiento efectuados por incompetentes...” (2003, p. 22).


En cambio, el General británico Jeremy Moore, comandante de las tropas inglesas en ese conflicto bélico, recordó en una entrevista el miedo que sintió el 14 de junio de 1982, de que la Argentina no firmara la rendición, y que, por eso, le permitió al Gobernador argentino, General Menéndez, tachar la palabra incondicional, antes de firmar. Manifestó que: “Era muy consciente de que los argentinos son un pueblo orgulloso y que el honor militar tiene mucha importancia para ellos, por lo que temía que ese término hiciera que se rehusaran a firmar el documento”.

La preocupación de Moore se fundaba en que el Alte. Woodward, jefe de la flota, le había dicho que, si no llegaba a Puerto Argentino para el día 14 de junio, lo iban a sacar de la isla; por eso, fue a conversar con Menéndez “como quien va a jugar al póker con una mano pobre de naipes” (La Prensa, 4-1-86).

 

Conociendo estos detalles, resulta difícil aceptar que algunos argentinos descalifiquen tajantemente el hecho en sí de haber aceptado la guerra. El ex presidente Alfonsín, sostuvo que era una aventura incalificable (2-1-83); Mientras el también ex presidente Menem aludió a un conflicto que nunca debió haber ocurrido y que lamentaba profundamente (24-10-98).


En realidad, la documentación es abundante, comenzando con el Informe Franks, elaborado por disposición del Parlamento británico, al finalizar la guerra. Esa documentación permite reconstruir lo sucedido, y es una obligación moral hacerlo, con la mayor objetividad posible. Si así se lo hace, podemos verificar que, como en toda acción humana, hubo errores, pero no una incompetencia generalizada, y también, como expresó la Sra. De Giachino - nos deja la certidumbre de que la guerra no fue buscada, de que la incomprensión, la soberbia, la tozudez del enemigo nos arrastraron a ella; de que la Argentina la necesitaba para redescubrirse en esta heroica gesta, continuación de la hazaña sanmartiniana.

 

Decisión

 

La decisión de combatir no fue irracional, se adoptó pues la Argentina fue agredida, como lo reconoció la Cámara Federal que juzgó a los jefes militares. La Argentina negoció de buena fe, con paciencia, durante muchos años en el marco de las Naciones Unidas, y la única ocasión de solucionar el conflicto se dio en junio de 1974, cuando el gobierno laborista inglés efectuó una propuesta de condominio, que había sido aceptada por el presidente Perón; al fallar éste quedó trunca esa opción, y todos los esfuerzos posteriores se estrellaron con la intransigencia británica. Por eso, cuando se produjo el incidente de las Georgias, la Argentina se vio obligada a ejercer el derecho a la legítima defensa, previsto en la Carta de las Naciones Unidas (Art. 51) en caso de ataque armado.

 

En el fallo de la Cámara Federal, en noviembre de 1988, se afirma: “La necesidad política de responder a las agresiones que afectan la subsistencia del Estado, pasa por el imperioso deber de asegurar la respuesta al avance del enemigo”. La misma representante permanente de EEUU en las Naciones Unidas, Jane Kirkpatrick, declaró ante la televisión: Yo no creo que, a la Argentina, dado el hecho de su permanente reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, se le pueda decir que por ocuparlas estaba cometiendo agresión. Tengamos en cuenta que recién el 30-3-82, ante el ataque inminente, el gobierno argentino fijó el 2 de abril como Día D; Mientras que para los ingleses la guerra comenzó antes.

 

En efecto, el Alte. Woodward, cuenta en sus Memorias: Mi guerra había durado exactamente cien días...desde que dije adiós...en el puerto de Gibraltar la noche del 26 de marzo . Dada la situación planteada, la única forma de evitar la guerra hubiera sido el sometimiento completo ante Inglaterra. Por eso, el Dr. Alberto Caturelli, demuestra que en Malvinas la Argentina se ha reunido y puede invocar todos los títulos legítimos de una guerra justa.

 

Consecuencias

 

No es exacto que la guerra haya perjudicado los derechos argentinos a reclamar la soberanía sobre Malvinas. La mejor evidencia es que la Asamblea General de las Naciones Unidas, sancionó, desde el fin de la guerra, siete resoluciones favorables a la Argentina, siendo la primera de ellas, la Nº 37/9 de noviembre de 1982, aprobada con el voto de Estados Unidos, inclusive. En la misma se reitera que la situación colonial en las Malvinas es incompatible con los ideales de las NU. También el informe Kershaw, elaborado por iniciativa del Parlamento británico, reconoce que el peso de la evidencia es más favorable al título argentino. Asimismo, el informe advierte que el conflicto comenzará hasta que se logre un acuerdo negociado de la disputa con la República Argentina.

 

De manera que el debilitamiento de la posición argentina no es consecuencia de la guerra, sino de una actitud política y cultural de una parte considerable de la dirigencia argentina, que no ha vacilado, incluso, en efectuar propuestas de solución incompatibles con la Constitución Nacional. Recordemos que, en la reforma de 1994, la ley fundamental, en su Primera Disposición Transitoria, ratifica para la Argentina su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas, y que la recuperación de las mismas es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.

La verdadera rendición incondicional, como la calificó el profesor Baquero Lazcano, se concretó en dos tratados celebrados con Gran Bretaña: el de Madrid (febrero de 1990) y el de Nueva York (septiembre de 1995). Ninguno de ellos fue aprobado por el Congreso, mediante el ardid de denominarlos Declaraciones, pese a que contienen todos los elementos de un tratado, y en ellos se efectuaron concesiones inconcebibles.

 

Situación actual

 

El mayor riesgo es que Gran Bretaña se convierta a las Malvinas en un Estado independiente incorporado al Commonwealth, puesto que es una tendencia muy marcada. Advertía el ex senador Terragno, que los pocos casos que están sometidos al Comité de Descolonización de la NU, no van a terminar ni en el mantenimiento de las colonias ni en independencias verdaderas. Van a terminar en mini Estados que le confiarán la defensa a la antigua metrópoli oa una potencia regional. Son países con patrocinadores (Clarín, Zona, 4-1-07).

 

Y es un error creer que las Malvinas no se pueden independizar por su dimensión. Comparemos con los siguientes Estados reconocidos por las NU: República de Palau, 458 km2; República de Túvalu, 26 km2; República de Nauru, 21 km2. Malvinas tiene una superficie de 12.173 km2, y una renta per cápita de US$ 52.781, superior a la de Argentina y de Gran Bretaña. La posibilidad mencionada ya fue expuesta por Richard Davies, miembro del Consejo Legislativo de las islas, en el seno del Comité de Descolonización, en la reunión de 2006. Andrés Cisneros, ex vicecanciller estima que los malvinenses empujaron la idea de la independencia con el aval del Foreign Office saben porque en la ONU hay un clima a favor de llegar a algún tipo de arreglo (La Nación, 22-10-06).

 

Un procedimiento que recomiendan los expertos es solicitar a la Corte Internacional de Justicia una opinión consultiva sobre la obligación del Reino Unido de negociar la controversia por la soberanía, cumpliendo la reiterada exhortación efectuada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Teniendo en cuenta los errores cometidos y la tradicional habilidad diplomática inglesa, sería insensato permanecer inactivos en este tema fundamental para la recuperación de nuestra soberanía plena.

 

Para concluir, recordamos una reflexión poética de la Sra. de Giachino, madre del primer caído en la recuperación de las islas: "La Guerra de las Malvinas tan discutida, tan amada, tan vapuleada, tan elevada, tan cruel, tan santa, tan triste, tan dulce, es el exponente histórico más acabado de cómo la justicia de la causa puede transformar a los hombres. Hacer de casi niños, verdaderos varones. De cobardes, valientes, y de valientes, héroes y de héroes, mártires. Cómo la justicia de la causa basta para asombrar al mundo, para mover flotas invencibles, para suscitar odios y venganzas, para descubrir traidores.”

 

(Publicado en: Informador Público, 28-3-25)


Bibliografía consultada:


Balza, Martín. “Malvinas, gesta e incompetencia”; Atlántico, 2003.

Caturelli, Alberto. “Recuperación de las Malvinas Argentinas, noción de guerra justa”; Secretaría General del Ejército, 1982.

Díaz Araujo, Enrique. “Malvinas 1982, lo que no fue”; Ediciones El Testigo, 2001, pág. 25.

Franks, Honorable Señor. “El servicio secreto británico y la guerra de las Malvinas”; Mar Dulce, 1985.

Giachino, María Delicia Rearte de. En prólogo a: Seineldín, Mohamed Alí. “Malvinas, un sentimiento”; Sudamericana, 1999, pág. 9, 10.

 

 

jueves, 20 de marzo de 2025

MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA

 

Con motivo del feriado del lunes próximo, nos parece interesante profundizar con la mayor objetividad posible, en los fundamentos de dicho feriado; habitualmente se considera que es una manera de defender nuestro sistema institucional, y procurar que no se repitan nunca más los golpes de Estado. 


Sin embargo, el feriado fue establecido en el 2002, por la Ley 25.683, cuyo artículo 1º establece: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976”.


Consideramos que, en realidad, según esa frase, la memoria resulta incompleta, la verdad distorsionada, la justicia parcial . Además, la misma frase fue tomada del lema de las Madres de Plaza de Mayo, que defienden la actuación de sus hijos, que iniciaron el conflicto.


El 24 de marzo, la sociedad argentina estaba al borde de la desintegración, con un sector público anarquizado y que había perdido el monopolio del uso de la fuerza. Todos los mecanismos constitucionales y todos los matices y las combinaciones imaginables dentro del sistema vigente se han mostrado ineptos para revertir aquella carrera hacia la disolución. Además, el derrocamiento del gobierno fue consentido por parte de la dirigencia de aquellos momentos. Como resume una crónica periodística: Nadie alzó un dedo, ni siquiera una voz; se vivió una jornada de sugestiva normalidad, sin quejas por esa interrupción. Más bien, era admitida y hasta querida por imposibilidad de modificar la incompetencia sistemática de un gobierno.


El gobierno constitucional, en 1975, recomendó a las Fuerzas Armadas la represión de la actividad guerrillera. Al inicio de 1976, había dos generales en actividad a cargo, respectivamente, de la Policía federal y de la SIDE (Secretaría de Informaciones del Estado). Si se dio el paso siguiente -asumir el gobierno- fue por la convicción de que era la única manera de terminar con el caos y vencer a la subversión.


Por cierto que no puede evaluarse el método utilizado para combatir a los grupos subversivos que actuaron en la década de 1970, pero, tanto el accionar terrorista como la represión ilegal ya existían antes del cambio de gobierno. Hubo 908 desaparecidos antes del 24-3-76, y la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha antiterrorista fue dispuesta en 1975 por un gobierno constitucional.


Las Fuerzas Armadas cumplieron la misión encomendada: aniquilaron el accionar de los grupos subversivos; es decir, lograron un éxito militar. Pero el método elegido para la guerra convirtió a los terroristas en víctimas.


Así lo reconoce el General Harguindeguy, ministro del Interior del Proceso: “ganamos la guerra pero perdimos la paz”. Lo ocurrido queda bien reflejado en una frase de Jacobo Timerman:


"La guerrilla...no pudo competir. Y, sin embargo, no fue derrotada en el terreno ideológico, moral, porque sigue esgrimiendo la irracionalidad de la represión, el abuso de poder, la ilegalidad de los métodos. Y ésa es su carta de triunfo (...)".


Ni seguir puede argumentarse que debieron utilizar procedimientos especiales, propios de la situación de guerra, puesto que se eludió deliberadamente el encuadramiento del oponente como combatiente. Así queda de manifiesto en el reglamento RC-8-3: “El activista, el perturbador del orden, etc., no será considerado prisionero de guerra, y, por tal motivo, no tendrá derecho al tratamiento estipulado en las convenciones internacionales (pag. 93)”.


En el documental "Escuadrones de la muerte. Escuela Francesa", realizado por la periodista Marie-Monique Robin, el general Díaz Bessone admitió los procedimientos clandestinos, y demostró que en la guerra contrarrevolucionaria los desaparecidos y las ejecuciones extralegales son daños colaterales.

La metodología empleada fue adoptada de la escuela francesa, cometiendo el error de seguir recetas que, en realidad, ya habían fracasado en Argelia y en Vietnam, países donde terminó triunfando políticamente el enemigo subversivo. Se desconoció que la estrategia de una guerra interna excede el plano militar, y debe apuntar al objetivo político de lograr la paz y asegurar la convivencia entre los ciudadanos.


Especialmente en el caso de una guerra revolucionaria, lo importante no es tanto la derrota del enemigo como la restauración de la confianza de la población, para lo cual deben evitarse los excesos de violencia o reacciones incontroladas en la represión, que sólo sirven para impedir o dilatar la reconciliación y la concordia. Estas reflexiones pertenecen a un libro publicado en 1970 por el Círculo Militar, y lamentablemente no fueron tenidas en cuenta.


El hecho de que se haya procedido siguiendo directivas gubernamentales, y aplicando reglamentos que configuraban un derecho positivo, no altera la cuestión de fondo: la ley si es injusta, no parece que sea ley (San Agustín).


“La justicia que no resiste la publicidad no es justicia, y entonces no limpia la ofensa al bien común, sino que lo ensucia con demostraciones de falta de autoridad, de responsabilidad, de razones y de coraje cívico”. “No conocemos un solo argumento válido, ni moral ni estratégicamente, para justificar ejecuciones clandestinas” (Gelonch Villarino).


No puede negarse que la violencia que enlutó al país, fue iniciada por grupos guerrilleros que, desde el 24-3-1976, asesinaron a 711 personas, y por lo tanto el Estado tenía la obligación de actuar contra dichos grupos con el máximo rigor. Por eso debe distinguirse entre la lucha contra la guerrilla, que estuvo legalmente ordenada y moralmente justificada, de los métodos empleados en esa lucha.


Las autoridades estatales aceptaron el argumento perverso de que en una guerra antisubversiva el fin justifica los medios, no pudiendo evitarse acciones que en tiempos normales constituyen delitos.


La doctrina clásica de la guerra, por el contrario, enseña que en la misma es posible ser eficaz y santo. Los principios contenidos en la escuela hispánica, que tuvieron su mayor exponente en el P. Francisco de Vitoria, son aplicables a la realidad contemporánea.


En conclusión, deberíamos reformularse el motivo del feriado que analizamos, procurando destacar la vigencia de la Constitución, y que se establezcan remedios institucionales ante situaciones complejas de enfrentamientos partidarios que dificulten el consenso y la paz social.

 

(Publicado en el Informador Público, 24-3-2025)

jueves, 6 de marzo de 2025

CURSO

 

El día de ayer, se concretó la conferencia del Lic. Héctor Giuliano sobre la deuda ´pública. 

De ese modo, comenzó el Foro Social Carlos Sacheri, en recuerdo a uno de nuestros maestros, asesinado hace 50 años por un grupo terrorista.

La intención es realizar una conferencia mensual, desde marzo a noviembre, sobre temas importantes de la realidad argentina. Las fechas y disertantes se anunciarán desde aquí.




CENTRO DE ESTUDIOS CÍVICOS                  

         “FABIELA MENEGHINI”                       

 

CURSO

FORMACIÓN CÍVICA

2025

 

Objetivo: actualizar e integrar conocimientos, que faciliten el desempeño eficaz de quienes actúen como dirigentes en organizaciones sociales o públicas, desde una perspectiva basada en el humanismo cristiano y el interés nacional.

 

Programa:                                                     


1. Doctrina social                                      

Dr. Ricardo Andrés Torres


2. Identidad nacional                                  

Dr. Carlos Alfredo Vargas


3. Política                                                  

Dr. Mario Meneghini


4. Bioética                                               

   Dr. Ricardo Iván Condori


5. Gobierno y administración                    

Dr. Mario Meneghini

 

*Las clases se dictarán los días viernes (18 a 19,30) y sábados (10 a 11,30) desde el 14 de marzo al 12 de abril; el 26 de abril se realizará un Ejercicio.


*La actividad será gratuita, previa inscripción.


*La aprobación requiere asistir a 8 de las 10 clases, y participar del Ejercicio.


Lugar: La Rioja 532 (Encuentro Vecinal Córdoba)


Consultas e inscripciones:

 cecivicos@gmail.com

 

 

 

 

 

martes, 25 de febrero de 2025

LA JUSTICIA SOCIAL

 

ACCIÓN

Año XXXXII- Boletín Nº 173   Córdoba, febrero-2025

 


 

Desde hace un tiempo, han surgido críticas acerbas al concepto de justicia social; el propio Presidente actual la considera una aberración, que propicia el trato desigual frente a la ley. También la presidente de la Comunidad de Madrid, quien sostiene que la justicia social es un invento de la izquierda que promueve la cultura de la envidia. En la Cámara de Diputados de la Nación, se afirmó: “El Estado es una organización criminal, violenta, que vive de una fuente coactiva llamada impuestos. Los impuestos son un robo” (*)

 

Nos parece necesario, entonces, analizar el tema. Siempre se ha considerado que la justicia, como virtud, es dar a cada uno lo suyo, y según la clasificación tradicional hay tres tipos de justicia: la legal o general y la particular que se subdivide en conmutativa y distributiva. La justicia legal o general consiste en esa inclinación de la voluntad humana de dar a la comunidad todo lo que le pertenece. La justicia distributiva consiste en aquella que obliga a repartir los bienes y las cargas proporcionalmente entre los miembros de la comunidad; este tipo de justicia fundamenta la política tributaria de los estados. Por último, la justicia conmutativa consiste en inclinar al hombre a dar a sus semejantes, iguales en derechos, lo que les pertenece. La justicia social no es una nueva e independiente especie de justicia, sino una nueva expresión que comprende conjuntamente la justicia legal y la distributiva.

 

Más allá de las cuestiones jurídicas, quienes nos guiamos por la tradición del humanismo cristiano, sólo tenemos que repasar el Catecismo, para encontrar la verdad (**).

 

La sociedad asegura la justicia social cuando realiza las condiciones que permiten a las asociaciones y a cada una de las personas, conseguir lo que les es debido según su naturaleza y su vocación. La justicia social está ligada al bien común y al ejercicio de la autoridad.

 

La justicia social sólo puede ser conseguida en el respeto de la dignidad trascendente del hombre. La persona representa el fin último de la sociedad, a la que pertenece. El respeto de la persona humana implica el de los derechos que se derivan de su dignidad de criatura. Estos derechos son anteriores a la sociedad y se imponen a ella. Sin este respeto, una autoridad sólo puede apoyarse en la fuerza o en la violencia para obtener la obediencia de sus súbditos.

 

El respeto a la persona humana pasa por el respeto del principio: "que cada uno, sin ninguna excepción, debe considerar al prójimo como "otro yo", cuidando, en primer lugar, de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente". Ninguna legislación podría por sí misma hacer desaparecer los temores, los prejuicios, las actitudes de soberbia y de egoísmo que obstaculizan el establecimiento de sociedades verdaderamente fraternas. Estos comportamientos sólo cesan con la caridad que ve en cada hombre un "prójimo", un hermano.

 

 Al venir al mundo, el hombre no dispone de todo lo que es necesario para el desarrollo de su vida corporal y espiritual. Necesita de los demás. Ciertamente hay diferencias entre los hombres por lo que se refiere a la edad, a las capacidades físicas, a las aptitudes intelectuales o morales, a las circunstancias de que cada uno se pudo beneficiar, a la distribución de las riquezas.

 

Existen también desigualdades escandalosas que afectan a millones de hombres y mujeres. La igual dignidad de las personas exige que se llegue a una situación de vida más humana y más justa. Pues las excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros o los pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y también a la paz social e internacional.

 

El principio de solidaridad, que está vinculado directamente con la justicia social, es una exigencia directa de la fraternidad humana. La solidaridad se manifiesta en primer lugar en la distribución de bienes y la remuneración del trabajo. Supone también el esfuerzo en favor de un orden social más justo en el que las tensiones puedan ser mejor resueltas, y donde los conflictos encuentren más fácilmente su salida negociada.

 

Los problemas socio-económicos sólo pueden ser resueltos con la ayuda de todas las formas de solidaridad: solidaridad de los pobres entre sí, de los ricos y los pobres, de los trabajadores entre sí, de los empresarios y los empleados, solidaridad entre las naciones y entre los pueblos. La solidaridad internacional es una exigencia del orden moral. En buena medida, la paz del mundo depende de ella.

 

En conclusión, la justicia social contribuye al logro del bien común, que es la causa final de la vida social en sus diferentes grados. En cuanto a la definición de bien común político, puede afirmarse que es la “paz y seguridad de las cuales las familias y cada uno de los individuos puedan disfrutar en el ejercicio de sus derechos, y al mismo tiempo en la mayor abundancia de bienes espirituales y temporales que sea posible en esta vida mortal mediante la concorde colaboración activa de todos los ciudadanos” (Pío XI, Divini Ilius Magistri, 36).

 

(*) La Prensa, 2-10-2023.

(**) Catecismo, Tercera Parte.

 

 

CENTRO DE ESTUDIOS CÍVICOS

FABIELA MENEGHINI

cecivicos@gmail.com

 

 

sábado, 15 de febrero de 2025

HOMENAJE INGLÉS

 

A LA SOBERANÍA ARGENTINA

 

En vísperas del comienzo de clases, vale mencionar que el calendario escolar sigue sin incorporar una fecha clave: el 27 de febrero.

Recordemos que por ley 20.770 se declaró el 20 de noviembre "Día de la Soberanía Nacional", a modo de homenaje permanente a quienes defendieron con valentía y eficiencia los derechos argentinos, en el combate de la Vuelta de Obligado, en 1845. Asimismo, se dispuso que en las escuelas se realizaran actos conmemorativos.

 

En aquél combate se enfrentaron la Confederación Argentina, liderada por el general Juan Manuel de Rosas y la escuadra anglo-francesa, cuya intervención se realizó con el pretexto de lograr la pacificación ante los problemas existentes entre Buenos Aires y Montevideo.

Si bien los europeos consiguieron forzar el paso y continuar hacia el norte, atribuyéndose la victoria, tras varios meses de haber partido, las naves agresoras debieron regresar a Montevideo "diezmados por el hambre, el fuego, el escorbuto y el desaliento", de modo que la victoria anglofrancesa, resultó pírrica.

 

Este combate — pese a ser una derrota táctica — dio como resultado la victoria diplomática y militar de la Confederación Argentina; la resistencia opuesta por el gobierno argentino obligó a los invasores a aceptar la soberanía argentina sobre los ríos interiores.

Gran Bretaña, con el Tratado Arana-Southern, y Francia, con el Tratado Arana-Lepredour, concluyeron definitivamente este conflicto.

 

En un gesto evidente del triunfo argentino, el 27 de febrero de 1850, el contraalmirante Reynolds, por orden de Su Majestad Británica, izó la bandera argentina al tope del mástil de la fragata Southampton, y le rindió honores con 21 cañonazos.

 

No cabe duda que la globalización implica un riesgo muy concreto de que disminuya en forma alarmante el grado de independencia que puede exhibir un país en vías de desarrollo. Ningún país es hoy enteramente libre para definir sus políticas, ni siquiera las de orden interno, a diferencia de otras épocas históricas en que los países podían desenvolverse con un grado considerable de independencia.

Entendiendo por independencia la capacidad de un Estado de decidir y obrar por sí mismo, sin subordinación a otro Estado o actor externo; la posibilidad de dicha independencia variará según las características del país respectivo y de la capacidad y energía que demuestre su gobierno. Pues, más allá de las pretensiones de los ideólogos de la globalización, lo cierto es que el Estado continúa manteniendo su rol en nuestros días.

 

Por cierto, en esta hora resulta evidente que solo podrán resistir los embates de la globalización y conservar su independencia, las sociedades que se afiancen en sus propias raíces, y mantengan su identidad nacional. La identidad nacional, está marcada por la filiación de un pueblo; el pueblo argentino es el resultado de un mestizaje; la nación argentina no es europea ni indígena. Es el fruto de la simbiosis de la civilización grecolatina, heredada de España, con las características étnicas y geográficas del continente americano.

 

La cultura de un pueblo se mantiene vigorosa, cuando defiende sus tradiciones, sin perjuicio de una lenta maduración. La identidad nacional se deforma cuando se corrompe la cultura y se aleja de la tradición, traicionando sus raíces. La nación es una comunidad unificada por la cultura, que nos da una misma concepción del mundo, la misma escala de valores y se proyecta en actitudes, costumbres e instituciones. Cuando un pueblo se debilita en la defensa de su autonomía frente al mundo, desaparece como tal, como ha ocurrido muchas veces en la historia.

 

En conclusión, consideramos que la fecha mencionada -27 de febrero, estrechamente relacionada con el 20 de noviembre- debería ser incorporada al calendario escolar, como recuerdo del homenaje realizado por una potencia a la soberanía argentina.

 

 

 

sábado, 8 de febrero de 2025

CONFERENCIA

 

El día miércoles 5 de marzo, a las 19 horas, el Centro de Estudios Cívicos "Fabiela Meneghini", presentará al Lic. Héctor Giuliano, quien dictará una conferencia sobre “Análisis de la deuda pública argentina”.


Luego de la exposición, los asistentes podrán opinar y efectuar preguntas sobre el tema mencionado. La actividad se realizará en el salón del hotel Felipe II, San Jerónimo 279.