Hace un año reiteramos un artículo donde sosteníamos que es un error para la Argentina dar prioridad a la salida al Pacífico:
Hoy se conoció que el
ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, estuvo en San Juan visitando
el paso fronterizo de Agua Negra, donde se construirá el túnel que unirá esta
provincia con Coquimbo (Chile), con un aporte del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) por 1.600 millones de dólares. Esta obra permitiría concretar el
Corredor Bioceánico para lograr una salida al Pacífico, con el apoyo de Brasil
(Economía & Negocios, 22-5-2016, p. 2).
Simultáneamente, Paolo
Rocca, presidente del Grupo Techint, declaró en Córdoba: "En el
pasado dije que el pacto con China es un pacto con el diablo porque en
definitiva es un pacto para que exportemos materiales de bajo valor agregado o
de commodities de productos agrícolas, a cambio de una libertad de importación
de productos industriales que desplazan mano de obra argentina y que en
definitiva perjudican la industria". (La Voz del
Interior, 22/05/2016)
Ambos temas están relacionados, pues aunque en esta oportunidad no se cita el ofrecimiento de un crédito que había realizado China, continúa siendo de interés para ese país el Paso de Agua Negra pues abarataría costos para trasladar la soja que adquiere en la Argentina.
Sorprende la ausencia de un planeamiento nacional, que ponga énfasis en el interés argentino, déficit que se mantiene al margen de los cambios de gobierno. Por cierto, que tampoco se conocen estudios realizados en el ámbito universitario sobre este tema. Cabe recordar que el Colegio de Ingenieros de Córdoba, presentó recientemente un proyecto de construcción de un canal navegable de 1.083 kilómetros, desde Arroyito hasta el mar, que permitiría reducir sustancialmente los fletes de la producción primaria de todo el centro y norte del país. Pues bien, este proyecto costaría 880 millones de dólares, la mitad de lo que aportará el BID para el túnel, que beneficiará a Chile, Brasil y China, pero muy poco a la Argentina.