lunes, 21 de julio de 2014

EL PODER DESDE LAS SOMBRAS



Completando lo señalado en una entrada previa de este blog sobre los argentinos de la Logia P2, destacamos la presencia en el Estado argentino, de miembros de dicha logia, que se mantuvo al margen de los gobiernos. Por ejemplo, el Embajador Federico Bartfeld -que se habría sido abogado del Banco Ambrosiano en Buenos Aires; entre 1974 y 1976-, se desempeña como Ministro Plenipotenciario en Roma y posteriormente, fue Embajador en Venezuela y Rumania[1],y cuando viaja a China el presidente de la Rua, fue atendido por este diplomático (Clarín, 1-12-01).

Se conoció que era miembro de la P2, cuando en marzo de 1981 la Policía italiana allanó la Villa “Wanda”, propiedad de Licio Gelli, en Arezzo. Allí se descubrieron “las listas de Arezzo”, nómina completa de los integrantes de la Logia, cuyo Gran Maestre era Gelli. En la nómina su nombre figura con la frase presente nella rubrica dei 500 (Il Mondo, 7-8-81, p. 48), lo que implica haber pertenecido al núcleo principal de la Logia. Cabe agregar, que los miembros de especial significación para el Venerable Maestro, estaban señalados en el Registro con caracteres amarillos; precisamente a esa categoría pertenecía Bartfeld, al igual que el Almirante Massera.[2]

Otro diplomático al que no parece haberle afectado su pertenencia a la Logia, es el Embajador Guillermo de la Plaza - “subrayado amarillo”- que fue Subsecretario de Relaciones Exteriores, Embajador en Montevideo y Asesor del Presidente Roberto Viola. En un homenaje al Padre de la Patria, realizado en el Congreso, dicho Embajador habló “en nombre del Instituto Nacional Sanmartiniano”[3].

Recordemos que fueron dos los hechos vinculados a esta Logia que provocaron un escándalo político y hasta hicieron caer un gobierno en Italia, el de Arnaldo Fornaldi.[4] El primero fue la entrega de documentos secretos de la OTAN a los gobiernos de dos países árabes. El segundo, fue su vinculación con el banquero Roberto Calvi, que controlaba uno de los grupos financieros más importantes de Italia, la Sociedad Financiera Central, propietaria del Banco Ambrosiano. Por eso, Gelli fue acusado de tráfico ilegal de divisas y de ser miembro de una asociación para delinquir, calificativo que usó la justicia italiana para caracterizar a la Logia P2.[5]

Parece haberse olvidado que este personaje siniestro influyó en dos gobiernos argentinos, el constitucional de 1973/ 76 y el de facto 1976/83. Fue designado como Agregado Económico y Comercial en la Embajada Argentina en Roma, por Decreto Nº 735/74, y se desempeñó hasta mayo de 1981. Lo más grave es que Licio Gelli fue condecorado con la Orden del Libertador General San Martín, en el Grado de Gran Cruz, por Decreto Nº 34/73.

Añadamos que fueron integrantes del gobierno nacional, algunos de los 23 argentinos miembros de la P2:
* Dr. Cesar de la Vega, Secretario de Familia y Minoridad
* Gral. Carlos Suarez Mason, Comandante del I Cuerpo de Ejército y Presidente de YPF
* Dr. Alberto Vignes, Ministro de Relaciones Exteriores
* José López Rega, Ministro de Bienestar Social
* Almte. Eduardo Massera, Comandante en Jefe de la Armada y miembro de la Junta Militar
* Raúl Lastiri, Presidente de la República.

No deberían sorprender los datos consignados, puesto que hace ya 55 años el Episcopado Argentino denunció que en la Cuarta Conferencia Internacional de la Masonería, realizada en Santiago de Chile en 1958, se manifestó que “la Orden presta ayuda a sus adeptos para que puedan alcanzar altas jerarquías en la vida pública de las naciones”[6].



1  Masonería Nº 1, 1981, p.12
2 Masonería Nº 2, 1981, p.6
3 Tiempo Militar Nº 119, 8-9-2000, p.11
4 Berger, Martin: Historia de la Logia Masónica P2, Bs. As., El Cid Editor, 1983, p. 127
5 Cabildo Nº 43, 23-6-81, p. 25
6 Declaración del Episcopado Argentino sobre la Masonería, 20-2-59